Al contrario de lo que piensan muchas personas, los perros no nacen agresivos y tampoco se vuelven agresivos de un día para otro.
La agresividad en los perros normalmente tendrá siempre una causa justificada, por eso tendremos que conocer cuál es el motivo de este problema, para poder llevar a cabo una solución.
Vamos a conocer cuáles son las causas más frecuentes y habituales que hacen que nuestros perros muestren esta agresividad.

Agresividad por razones fisiológicas
Este tipo de agresividad es importante reconocerla, ya que su tratamiento no está relacionado con la conducta del perro, sino que es un problema físico que padece.

Puede que el animal sienta dolores en alguna parte de su cuerpo y si lo tocamos o alguien lo toca o se acerca, reaccionará de forma agresiva contra nosotros, ya que puede pensar que somos los que le estamos provocando ese dolor.

La agresividad puede venir por irritabilidad, dolor o por lapsus mentales. Este tipo suele darse solo entre el 15 y 20% de los casos. Pero si vemos que nuestro perro cambia la conducta así de forma más o menos radical, lo primero que tenemos que hacer es llevarlo al veterinario. Así podremos descartar que se trate de un problema de salud, y llevar a cabo una tarea de adoctrinamiento; o si es realmente un problema de salud del perro, conocerlo y poder llevar a cabo el tratamiento necesario para curarlo.

Agresividad por dominancia
Es el tipo de agresividad más frecuente, entre un 40 y 80% de los casos, y se puede manifestar cuando el perro intenta imponer su jerarquía sobre otro perro o grupo de perros.

El animal empieza a ser agresivo, morder y ladrar, como método para convertirse en el líder de la manada y llamar así también la atención, que se vea que es el dominante.

Normalmente estos perros se comportan de forma agresiva cuando intentamos tocar su comida o invadir su territorio, es un problema de educación que habría que mejorar, para evitar problemas más graves y para que el perro mejore su conducta, tanto con otros animales como con las personas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Agresividad por mala socialización
Un perro mal socializado, cuando se encuentra con otros perros normalmente reaccionará con miedo, rechazo y con instinto de protección, por lo que su conducta puede ser, en ocasiones, agresiva.

Los perros abandonados pueden ser un ejemplo claro de este tipo de agresividad. Cuando son acogidos por una familia, les cuesta mucho poder acostumbrarse y al principio actúan de forma agresiva como forma de protegerse a ellos mismos, por el miedo que tienen debido a su experiencia vivida.

No hay que desesperarse, y hay que tratar de educarlos lo mejor posible, con mucha paciencia y dándoles mucho cariño, para que cojan confianza y se sientan queridos.
Estos son los tipos más habituales de agresividad que pueden mostrar nuestros perros. Si vemos que nuestra mascota muestra este problema, lo primero que tenemos que hacer es consultar a nuestro veterinario para que descarte, como hemos mencionado antes, cualquier problema físico o de salud del perro.
En el caso de que no sea un problema de salud, tendremos que llevar a cabo algún tratamiento para adiestrar correctamente a nuestro perro y que su comportamiento sea el adecuado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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