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La Alimentación del Caballo

Fuente: yeguasycaballos.com

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La alimentación del caballo es un aspecto muy importante para mantener el aspecto grandioso y elegante de estos animales. Dentro de una dieta herbívora, la cantidad de alimento que debe ingerir va a depender de la edad, la salud y las exigencias físicas. Es importante que mantenga una dieta equilibrada, ya que el sobrepeso puede afectar a su salud, agilidad y valor. Desde micompi experto en seguros para caballos, hemos elaborado una lista de los alimentos que puede contener la alimentación de los caballos.

El pasto es el forraje más natural y de calidad que el caballo puede consumir. Que el pasto sea verde no significa que sea de calidad o que al caballo le vaya a gustar, son animales muy selectivos a la hora de comer. La supervisión del pasto es vital para mantener su calidad, debemos analizar el suelo, segarlo y añadir los niveles necesarios de calcio y fertilizante.

El heno está compuesto por una gran cantidad de nutrientes, puede consumir todo el que quiera. Si se le humedece previamente, el caballo lo digiere mejor. En la medida de lo posible, debemos evitar el suministro de forraje antiguo, ya que el tiempo merma los nutrientes que contiene.

La alfalfa tiene unos valores proteicos mayores y mejores que cualquier otro forraje, por lo general se usa como alimento para los caballos de carreras. La principal dificultad de la alfalfa es secarla correctamente, una alfalfa antigua y mal cortada tiene menos nutrientes y es más indigesta que una más fresca. Puede reemplazar completamente al heno, aportando mejor valor nutritivo y calidad a la alimentación del caballo. Tiene un elevado contenido de vitaminas y minerales, siendo rica en calcio y vitamina A, D y E.

La paja, muy usada en el sur de España, a veces se combina con la alfalfa o sola como primera fuente de fibra, proporciona un bajos niveles nutricionales y está considerada el tipo de fibra más indigesta. Cuando se usa paja, hay que asegurar un nivel adecuado vitamínico, por lo que se recomienda el uso de un suplemento o pienso compuesto que garantice una dieta equilibrada. Da buenos resultados en caballos que muestran nerviosismo, ansiedad y que piden alimento durante todo el día. La paja de avena es la más utilizada.

La remolacha forrajera puede ser una buena opción para introducir en la dieta de caballos que necesitan ganar peso. Si el caballo tiene un peso óptimo debemos evitar que la coma en exceso porque puede causarle cólicos.

Los cereales están indicados para los caballos que realizan más esfuerzo y no tienen suficiente aporte energético con el forraje. La avena es el mayor aporte de energía que puede ingerir un caballo, por ello es muy importante que sea de buena calidad. Tiene un alto valor nutritivo, puede ser consumida en grandes cantidades sin afectar a la digestión, es rica en proteínas y energía, y combinada con heno es fuente de una gran cantidad de nutrientes. El maíz también es una gran fuente de energía, pero también de fibra, se recomienda mezclarlo también con heno. El salvado proporciona vitaminas y facilita la digestión, pero por si solo no es suficiente.

El pienso compuesto ha proporcionado tradicionalmente esta energía complementaria que algunos caballos necesitan. La composición de los piensos normalmente es de mezclas de granos de cereales, aceites, vitaminas y minerales. Hay muchos tipos de pienso, por ejemplo el pienso completo está hecho para mezclarlo con el forraje, un pienso equilibrador añade los minerales y vitaminas que faltarían en una dieta basada en cereales y forraje, etc. Un factor importante es saber cómo y qué pienso usar para que las necesidades del caballo estén cubiertas. Esto dependerá de la clase de caballo, el uso que tenga y su etapa de desarrollo principalmente.

La linaza se utiliza para darle robustez a la piel del caballo. Está compuesta de grandes cantidades de formadores de grasa, como el aceite y proteínas. También es una buena opción si necesitamos que un caballo gane peso. Se hace un compuesto mezclando la linaza, previamente calentada a fuego lento hasta obtener un resultado gelatinoso, con salvado.

Las tabletas están compuestas de ingredientes imprescindibles en la dieta del caballo pero que no se encuentran en todos los alimentos naturales, como por ejemplo los minerales y las vitaminas. No deben mezclarse con otros alimentos, excepto con el salvado para que ayude a la digestión. Las hay de muchos tipos según las necesidades de cada caballo.

Las zanahorias, manzanas y nabos son vegetales que los caballos adoran y aunque no debe abusarse, son buenos complementos. Se les dan partidas o en tiras y previamente deben lavarse.

Las tisanas son un par de puñados de harina de avena hervidos en agua y bien mezclados. Una vez enfriadas, se les da a los caballos que vuelven cansados a las cuadras.

De todas maneras, recuerda que un veterinario es quien mejor puede indicarnos qué alimentos deben componer la dieta de nuestro caballo.

 

 

Parásitos Intestinales: La Coccidiosis Canina

La coccidiosis es una infección intestinal provocada por unos parásitos protozoos llamados coccidios que se reproducen en tracto intestinal de los animales. En esta entrada, los profesionales de micompi vamos a centrarnos en las coccidiosis canina. Afecta más a los cachorros y en casos severos puede ocasionar la muerte, por el daño intestinal que causan.

Cachorros

¿Cómo se contagia?

El contagio se produce por el contacto entre el perro y la materia fecal de un perro infectado, es ahí donde están los huevos del parásito. Es un problema grave en algunos criaderos o perreras, donde no prima la higiene y hay aglomeración de perros juntos. El estrés, la malnutrición o el padecimiento simultáneo de otra enfermedad, hacen que sea más fácil contraer la coccidiosis. Los animales adultos en general no suelen contraer la enfermedad pero sí pueden tener coccidios en su intestino, y al eliminarlos con las heces se produce que el ambiente esté infectado permanentemente. Otra forma de contagio, menos frecuente, es a través de la ingestión del parásito. Esto ocurre cuando el parásito se encuentra enquistado en los músculos u órganos de otros animales, como por ejemplo las vacas.

Síntomas y daños de la infección

Los perros adultos pueden contener el parásito en sus intestinos, pero no desarrollar ningún síntoma. Esto es debido a la mayor fuerza de su sistema inmunológico, que hace que sea muy poco frecuente que desarrollen la enfermedad. En cambio los cachorros, o adultos con un sistema inmunológico débil, pueden manifestar diarreas, sangre en las heces, pérdida de apetito, vómitos, pérdida de peso, parones o anomalías en el crecimiento, hinchazón del vientre, somnolencia y deshidratación. Si todos estos síntomas persisten pueden ocasionar la muerte del animal. El daño más importante que produce la enfermedad es a nivel intestinal.

¿Cómo evitar el contagio?

Los cachorros son muy curiosos y a veces pueden ingerir heces de otros perros, o incluso las suyas. Es evidente que no podemos vigilar lo que hace nuestro perro las 24 horas del día, por ello debemos respetar los calendarios de desparasitaciones: la primera desparasitación interna se realiza a las cuatro semanas de vida. Otro aspecto importante es cuando paseemos a nuestro perro, debemos evitar que no chupe ni ingiera nada que se encuentre por el suelo.

¿Qué hacer ante la sospecha de contagio?

En el momento que tengamos sospecha de que nuestro perro puede estar infectado de coccidiosis debemos acudir al veterinario, llevando las heces de nuestro perro y, para una mayor tranquilidad, con un seguro veterinario para perros. Para que el médico compruebe si de verdad está contagiado, y aplicar el tratamiento adecuado. Es importante que se detecte bien la enfermedad, ya que a veces puede confundirse con parvovirus.

Debido a que es un organismo unicelular sólo puede observarse a través del estudio de la materia fecal del perro. A veces, que los estudios den resultado negativo no implica que nuestra mascota no esté contagiada. Esto puede deberse a que aún no esté en la fase de eliminación de los huevos, por lo que si los síntomas persistes conviene repetir el test no pasados muchos días.

Un tratamiento muy efectivo consiste en interrumpir el ciclo del parásito mediante el uso de productos farmacológicos (la sulfadimetoxina), en conjunto con la administración de una cantidad adecuada de agua, electrolitos y glucosa hasta la completa desaparición del parásito y los síntomas. La sulfadimetoxina se aplica dos veces al día durante unos 10-12 días en una cantidad de 50 mg/kilo. Estos valores pueden variar según prescripción del veterinario, según la gravedad de la situación. Recuerda que el tiempo es un factor en contra en patologías de este tipo y que cuanto más rápido se detecte más probabilidad de éxito existe, y que con un seguro para perros contratado tienes un aval de garantía.