La coccidiosis es una infección intestinal provocada por unos parásitos protozoos llamados coccidios que se reproducen en tracto intestinal de los animales. En esta entrada, los profesionales de micompi vamos a centrarnos en las coccidiosis canina. Afecta más a los cachorros y en casos severos puede ocasionar la muerte, por el daño intestinal que causan.
¿Cómo se contagia?
El contagio se produce por el contacto entre el perro y la materia fecal de un perro infectado, es ahí donde están los huevos del parásito. Es un problema grave en algunos criaderos o perreras, donde no prima la higiene y hay aglomeración de perros juntos. El estrés, la malnutrición o el padecimiento simultáneo de otra enfermedad, hacen que sea más fácil contraer la coccidiosis. Los animales adultos en general no suelen contraer la enfermedad pero sí pueden tener coccidios en su intestino, y al eliminarlos con las heces se produce que el ambiente esté infectado permanentemente. Otra forma de contagio, menos frecuente, es a través de la ingestión del parásito. Esto ocurre cuando el parásito se encuentra enquistado en los músculos u órganos de otros animales, como por ejemplo las vacas.
Síntomas y daños de la infección
Los perros adultos pueden contener el parásito en sus intestinos, pero no desarrollar ningún síntoma. Esto es debido a la mayor fuerza de su sistema inmunológico, que hace que sea muy poco frecuente que desarrollen la enfermedad. En cambio los cachorros, o adultos con un sistema inmunológico débil, pueden manifestar diarreas, sangre en las heces, pérdida de apetito, vómitos, pérdida de peso, parones o anomalías en el crecimiento, hinchazón del vientre, somnolencia y deshidratación. Si todos estos síntomas persisten pueden ocasionar la muerte del animal. El daño más importante que produce la enfermedad es a nivel intestinal.
¿Cómo evitar el contagio?
Los cachorros son muy curiosos y a veces pueden ingerir heces de otros perros, o incluso las suyas. Es evidente que no podemos vigilar lo que hace nuestro perro las 24 horas del día, por ello debemos respetar los calendarios de desparasitaciones: la primera desparasitación interna se realiza a las cuatro semanas de vida. Otro aspecto importante es cuando paseemos a nuestro perro, debemos evitar que no chupe ni ingiera nada que se encuentre por el suelo.
¿Qué hacer ante la sospecha de contagio?
En el momento que tengamos sospecha de que nuestro perro puede estar infectado de coccidiosis debemos acudir al veterinario, llevando las heces de nuestro perro y, para una mayor tranquilidad, con un seguro veterinario para perros. Para que el médico compruebe si de verdad está contagiado, y aplicar el tratamiento adecuado. Es importante que se detecte bien la enfermedad, ya que a veces puede confundirse con parvovirus.
Debido a que es un organismo unicelular sólo puede observarse a través del estudio de la materia fecal del perro. A veces, que los estudios den resultado negativo no implica que nuestra mascota no esté contagiada. Esto puede deberse a que aún no esté en la fase de eliminación de los huevos, por lo que si los síntomas persistes conviene repetir el test no pasados muchos días.
Un tratamiento muy efectivo consiste en interrumpir el ciclo del parásito mediante el uso de productos farmacológicos (la sulfadimetoxina), en conjunto con la administración de una cantidad adecuada de agua, electrolitos y glucosa hasta la completa desaparición del parásito y los síntomas. La sulfadimetoxina se aplica dos veces al día durante unos 10-12 días en una cantidad de 50 mg/kilo. Estos valores pueden variar según prescripción del veterinario, según la gravedad de la situación. Recuerda que el tiempo es un factor en contra en patologías de este tipo y que cuanto más rápido se detecte más probabilidad de éxito existe, y que con un seguro para perros contratado tienes un aval de garantía.