Comienza el otoño y con él vuelven las lluvias y las tormentas. Muchos perros tienen fobia a los ruidos fuertes y cuando llegan los truenos se comportan con ansiedad. Normalmente el miedo les inunda y comienzan a temblar y a querer escapar, a veces rascando puertas o muebles y otras veces corriendo corriendo el peligro de perderse. 

Pues esto ocurre porque los ruidos fuertes activan los sistemas de defensa del animal y ellos comienzan a segregar adrenalina y a aumentar el ritmo cardiaco. Uno de cada tres perros sufre estos síntomas durante las tormentas.

El por qué
Los perros tienen una capacidad auditiva mucho mayor que la de los humanos, nosotros diferenciamos sonidos de hasta 20.000 hercios y ellos llegan hasta los 60.000 hercios. ¡Escuchan tres veces más que nosotros! Este es el principal motivo del por qué lo que no es perceptible para nosotros para ellos sí lo es.
Este miedo irracional también se puede dar cuando han vivido una experiencia traumática cuando aún eran cachorros.
En ocasiones la fobia a los ruidos es desencadenada por una reacción del amo. Es habitual que la primera vez que el animal escucha un trueno se asuste, pero si el dueño en este momento se comporta de forma diferente y sobreprotegiéndolo, el perro lo detecta como un síntoma de amenaza. Mientras que si el amo actúa con normalidad, el perro se acostumbrará a este sonido extraño y dejará de prestarle atención.

Imagen: mundoperros.com

¿Cómo se debe actuar si ocurre?
El comportamiento de cada perro es diferente ante esta fobia, hay veces que buscan un refugio, debajo del sofá, o en algún rincón escondido de la casa. En este caso no hay que presionarlo para que salga, él se siente a salvo allí y hay que dejarlo estar.
Los temblores y el rabo entre las piernas es una de las reacciones más usuales. Aunque también es posible que el perro salga huyendo y es aquí cuando más peligro corren ya que su pánico hace que no oiga nada, no vea nada y pueden de ser atropellado o de perderse y no saber volver.

Consejos para controlar el pánico

1. Prevenir la ansiedad en el perro. La prevención es el mejor remedio contra el miedo del peludo a las tormentas. Tratar de relacionar la llegada del temporal con una experiencia positiva amigo desarrolle un temor exagerado a los días grises.
2. Contrarrestar el ruido. Si cuando creemos que se acerca tormentas ponemos la radio o la televisión con música, la atención del animal hacia lo que está ocurriendo fuera disminuye.
3. El D.A.P. o feromona tranquilizadora canina es la copia sintética de una feromona emitida por las perras cuando tienen cachorros. Con esta feromona la madre tranquiliza a sus crías. Al ser una feromona no es un medicamento ni crea adicción. Lo único que hace es calmar al perro, haciendo que se sienta más a gusto y relajado. No afecta a animales de otras razas o a los humanos. Está comercializado en collares y difusores. Ayuda a reducir el nivel de miedo y ansiedad dejando al perro más apto a hacer frente a situaciones difíciles para él.
4.Tratamientos para rebajar la sensibilidad del animal. Si es necesario se puede acudir a un etólogo canino que pueda tratarle. Hay diferentes técnicas indicadas para acostumbrar al animal, de forma paulatina, a los ruidos de la tormenta. Entre ellas, los denominados tratamientos desensibilizantes, que tratan de que el animal se habitúe, poco a poco, a los días grises con truenos.