La diabetes en perros (mellitus) se desarrolla por una falta de insulina, aunque no es una enfermedad muy común en los perros, 1 de cada 500 la desarrolla. Hay razas más propensas y existen síntomas para diagnosticarlo. Una vez se sepa que el perro tiene esta enfermedad el perro tendrá que seguir una dieta junto a ejercicio y el dueño tendrá que aportarle una dosis de insulina diaria según el veterinario señale.
Por lo que si tiene un perro diabético no se preocupe puede desarrollar una vida normal.
¿Mi perro es diabético?
Si cualquiera de los siguientes signos afecta a su perro, consulte con su veterinario:
1. Bebe mucha agua
2. Orina frecuentemente
3. Tiene mucha hambre
4. Pierde peso aunque come como siempre
¿Qué perros son más susceptibles a esta enfermedad?
Los perros de mediana edad a ancianos son más propensos a desarrollar la diabetes. Los que se ven más afectados son las hembras enteras.
Se puede dar un mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus en las siguientes razas caninas:
Keeshond; Caniche; Puli húngaro; Pinscher Miniatura; Samoyedo; Bobtail; Daschund; Springer Spaniel; Alaska Malamute; Schipperke; Schnauzer Miniatura; Spitz Finlandés; Chow chow; West Highland White; Terrier; Beagle; Cairn Terrier; Dobermann; Golden Retriever.
Una dieta baja en grasa
Una correcta dieta puede controlar en su mayoría el problema. Se aconseja que la dieta sea igual cada día y se ingiera a las mismas horas.
Evitar que las comidas sean ricas en azúcares. Mejor que contengan carbohidratos complejos (almidón y fibra).
Hay que extremar la precaución con las golosinas y los premios que se le dan al perro cuando se porta bien, existen ‘chuches’ para perros con diabetes.
Y, por supuesto, habrá que complementar la dieta con ejercicio diario. Los perros, al igual que los humanos necesitan liberar su energía y practicar ejercicio para mantenerse en forma para evitar enfermedades.